N. Navarro-González 1,E. Serrano 1,E. Casas-Díaz 1,R. Velarde 1,I. Marco 1,L. Rossi 2 yS. Lavín 1
El conejo silvestre europeo Oryctolagus cuniculus ha sido reclasificado recientemente como Casi Amenazado en su área de distribución natural.
Al conejo se le ha incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas por la UICN, y un esfuerzo de conservación enorme se está llevando a cabo en España para la conservación esta especie clave en nuestros ecosistemas.
Las repoblaciones con conejos de monte criados en cautividad y las translocaciones de otras áreas han sido unas de las principales líneas de actuación para la conservación de la especie.
Sin embargo, varios estudios sugieren que las repoblaciones son una herramienta de conservación controvertida (Delibes-Mateos et al., 2007). Ya que puede provocar consecuencias negativas como la difusión de la enfermedad hemorrágica y la myxomatosis (la Sala, 2005), pudiendo interferir también en la compleja estructura social y genética de la poblaciones de conejos de un territorio (el catalán, Rodríguez-Hidalgo y Tortosa, 2008) o disminuyendo algunas poblaciones donantes (la Sala, 2005).
Aunque en este estudio las repoblaciones fueron llevadas a cabo por cazadores para reforzar las poblaciones locales, se ha estudiado la relación de esta medida con la introducción de una enfermedad parasitaria.
En este trabajo, se analizaron los factores que favorecen la presencia de sarna sarcóptica en algunas poblaciones de conejos silvestres en Cataluña (noreste de España), así como la tendencia de la abundancia de conejos afectados y territorios de caza no afectados.
Además, considero en este trabajo que los terrenos cinegeticos pueden haber adquirido la sarna después de su extensión natural y no por una repoblación, considerando que la influencia de las sueltas en la presencia de sarna puede ser aún mayor.
Es de señalar también que existen evidencias de una cierta disminución en las poblaciones de conejo afectadas por la sarna, mientras que los no afectados han mantenido la abundancia durante el periodo de estudio.
Aunque durante el periodo de estudio, ningún otro patógeno (ej mixomatosis o enfermedad hemorrágica del conejo) fue tenido en cuenta a la hora de analizar la tendencia, ya que este tratrabajo no se centró en el papel potencial de otros factores adicionales (p.ej. micro-alteraciones del hábitat, consulte Virgos et al., 2003).
La mayoría de los conejos silvestres soltados en el área de estudio (alrededor del 60%, datos no publ.) fueron criados en cautividad, y esto incrementa la posibilidad de introducir la sarna sarcóptica en las poblaciones libres de sarna anteriormente.
En las granjas de conejos domésticos la sarna sarcóptica no es una enfermedad rara, y está relacionado con factores tales como el estado higiénico de la granja de procedencia (Rosell, 2000).
La sarna sarcóptica no aparece en la bibliografía como una patologia comun en en los conejos de monte (Gortazar et al., 2000). Por lo que se consideró que el foco original posiblemente provino de la liberación de animales criados en cautividad, y que los focos adicionales que aparecieron poco después en lugares distantes (tan lejos como 17km, a pesar de la elevada fragmentación de hábitat) fueron causados por translocación de conejos capturados desde la primera zona afectada.
La liberación de animales criados en cautividad puede contribuir al establecimiento nuevas enfermedades como endémicas y evitar su control; de hecho, las repoblaciones periodicas posiblemente alteren la dinámica normal de las poblaciones autoctonas después de un brote epidémico, lo que lleva a una reducción del tamaño de las poblaciones y, como consecuencia, una reducción de la prevalencia de la enfermedad y la probabilidad de transmisión.
En Gran Bretaña, por ejemplo, la suelta anual de un gran número de faisanes para reforzar las poblaciones cinegeticas es probablemente responsable de mantener o aumentar la carga de Heterakis gallinarum año tras año (Draycott et al., 2000).
Los animales criados en cautividad, incluso aquellos de tipo silvestre, son propensos a tener patógenos si no son criados en óptimas condiciones sanitarias.
Un buen ejemplo de esto es el papel del ganado en varios brotes de sarna en algunas poblaciones de ungulados salvajes (Fernandez-Moran et al., 1997; Leon-Vizcaıno et al., 1999; Gonzalez-Candela, Leon-Vizcaıno &Amp; CuberoPablo, 2004).
La sarna sarcóptica tiene una importancia adicional: es una zoonosis y también puede afectar a varias otras especies de mamíferos (peniques &Amp; Ueckermann, 2002). Ha afectado a las especies en peligro de extinción, como el lince euroasiático Lynx lynx(Morner, 1992; Ryser-Degiorgis et al., 2002) o el zorro ártico Alopex lagopus,(Morner, 1992), y fue responsable de la disminución local de algunos rumiantes silvestres como la cabra montés ibérica (Capra pyrenaica, Leon-Vizcaıno et al., 1999) o el Rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva, (Fernandez-Moran et al., 1997).
Aunque el agente muestra cierta especificidad del hospedador, su introducción en el medio silvestre supone un riesgo para la población de acogida y otras especies simpátricas, con las que guardan estrecha relación, ya que la transmisión inter-específica se ha producido en el medio silvestre (Morner, 1992).
Otro factor que facilitaba la presencia o la propagación de la sarna sarcóptica, como hemos visto en este estudio es la alta abundancia de conejo.
La sarna sarcóptica tiende a ser dependiente de la densidad, ya que se transmite por contacto directo e indirecto (peniques &Amp; Ueckermann, 2002). Las altas densidades, en general, pueden facilitar la aparición de enfermedades, pero poco se conoce acerca de la relación entre la densidad y las enfermedades de los lagomorfos.
Las repoblaciones son unas de las herramientas mas utilizadas, sin embargo, los animales pueden ser portadores asintomáticos de parasitos (Woodford &Amp; Rossiter, 1993) y agentes patógenos exóticos (Viggers, Lindenmayer &Amp; Spratt, 1993) que representa una exposición inesperada para la población nativa.
Incluso en las formas no virulentas de patógenos comunes llevadas por los animales soltados pueden volverse virulentas en el nuevo entorno (Woodford &Amp; Rossiter, 1993). Por lo tanto, riesgos de enfermedades están asociadas con cualquier tipo de movimiento de animales.
Los resultados de este trabajo arrojan que la presencia de sarna depende de la abundancia de los animales y en la cantidad de conejos repoblados (22,09%).
Los resultados muestran a partir de la abundancia de conejo media (30 conejos cazados km -2) y la tasa media de repoblaciones (18 conejos km -2), que la probabilidad de ser afectados aumentó en casi 5% cuando la tasa de repoblación incrementa en una unidad.
La abundancia de conejo (2001-2007) depende de la presencia de sarna y del efecto del año (23,86%), y claramente se redujo en los cotos de caza con sarna, mientras que la abundancia se mantiene en zonas sin presencia de la misma.
Los resultados indican que un control sanitario es necesario en las repoblaciones de conejos silvestres.
Además, se demuestra que las repoblaciones son una forma potencial de introducir patógenos a las poblaciones residentes, especialmente bajo condiciones de alta densidad.
Conservación Animal
Volumen 13, Número 6, páginas 586-591, de diciembre de 2010
El conejo silvestre europeo Oryctolagus cuniculus ha sido reclasificado recientemente como Casi Amenazado en su área de distribución natural.
Al conejo se le ha incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas por la UICN, y un esfuerzo de conservación enorme se está llevando a cabo en España para la conservación esta especie clave en nuestros ecosistemas.
Las repoblaciones con conejos de monte criados en cautividad y las translocaciones de otras áreas han sido unas de las principales líneas de actuación para la conservación de la especie.
Sin embargo, varios estudios sugieren que las repoblaciones son una herramienta de conservación controvertida (Delibes-Mateos et al., 2007). Ya que puede provocar consecuencias negativas como la difusión de la enfermedad hemorrágica y la myxomatosis (la Sala, 2005), pudiendo interferir también en la compleja estructura social y genética de la poblaciones de conejos de un territorio (el catalán, Rodríguez-Hidalgo y Tortosa, 2008) o disminuyendo algunas poblaciones donantes (la Sala, 2005).
Aunque en este estudio las repoblaciones fueron llevadas a cabo por cazadores para reforzar las poblaciones locales, se ha estudiado la relación de esta medida con la introducción de una enfermedad parasitaria.
En este trabajo, se analizaron los factores que favorecen la presencia de sarna sarcóptica en algunas poblaciones de conejos silvestres en Cataluña (noreste de España), así como la tendencia de la abundancia de conejos afectados y territorios de caza no afectados.
Además, considero en este trabajo que los terrenos cinegeticos pueden haber adquirido la sarna después de su extensión natural y no por una repoblación, considerando que la influencia de las sueltas en la presencia de sarna puede ser aún mayor.
Es de señalar también que existen evidencias de una cierta disminución en las poblaciones de conejo afectadas por la sarna, mientras que los no afectados han mantenido la abundancia durante el periodo de estudio.
Aunque durante el periodo de estudio, ningún otro patógeno (ej mixomatosis o enfermedad hemorrágica del conejo) fue tenido en cuenta a la hora de analizar la tendencia, ya que este tratrabajo no se centró en el papel potencial de otros factores adicionales (p.ej. micro-alteraciones del hábitat, consulte Virgos et al., 2003).
La mayoría de los conejos silvestres soltados en el área de estudio (alrededor del 60%, datos no publ.) fueron criados en cautividad, y esto incrementa la posibilidad de introducir la sarna sarcóptica en las poblaciones libres de sarna anteriormente.
En las granjas de conejos domésticos la sarna sarcóptica no es una enfermedad rara, y está relacionado con factores tales como el estado higiénico de la granja de procedencia (Rosell, 2000).
La sarna sarcóptica no aparece en la bibliografía como una patologia comun en en los conejos de monte (Gortazar et al., 2000). Por lo que se consideró que el foco original posiblemente provino de la liberación de animales criados en cautividad, y que los focos adicionales que aparecieron poco después en lugares distantes (tan lejos como 17km, a pesar de la elevada fragmentación de hábitat) fueron causados por translocación de conejos capturados desde la primera zona afectada.
La liberación de animales criados en cautividad puede contribuir al establecimiento nuevas enfermedades como endémicas y evitar su control; de hecho, las repoblaciones periodicas posiblemente alteren la dinámica normal de las poblaciones autoctonas después de un brote epidémico, lo que lleva a una reducción del tamaño de las poblaciones y, como consecuencia, una reducción de la prevalencia de la enfermedad y la probabilidad de transmisión.
En Gran Bretaña, por ejemplo, la suelta anual de un gran número de faisanes para reforzar las poblaciones cinegeticas es probablemente responsable de mantener o aumentar la carga de Heterakis gallinarum año tras año (Draycott et al., 2000).
Los animales criados en cautividad, incluso aquellos de tipo silvestre, son propensos a tener patógenos si no son criados en óptimas condiciones sanitarias.
Un buen ejemplo de esto es el papel del ganado en varios brotes de sarna en algunas poblaciones de ungulados salvajes (Fernandez-Moran et al., 1997; Leon-Vizcaıno et al., 1999; Gonzalez-Candela, Leon-Vizcaıno &Amp; CuberoPablo, 2004).
La sarna sarcóptica tiene una importancia adicional: es una zoonosis y también puede afectar a varias otras especies de mamíferos (peniques &Amp; Ueckermann, 2002). Ha afectado a las especies en peligro de extinción, como el lince euroasiático Lynx lynx(Morner, 1992; Ryser-Degiorgis et al., 2002) o el zorro ártico Alopex lagopus,(Morner, 1992), y fue responsable de la disminución local de algunos rumiantes silvestres como la cabra montés ibérica (Capra pyrenaica, Leon-Vizcaıno et al., 1999) o el Rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva, (Fernandez-Moran et al., 1997).
Aunque el agente muestra cierta especificidad del hospedador, su introducción en el medio silvestre supone un riesgo para la población de acogida y otras especies simpátricas, con las que guardan estrecha relación, ya que la transmisión inter-específica se ha producido en el medio silvestre (Morner, 1992).
Otro factor que facilitaba la presencia o la propagación de la sarna sarcóptica, como hemos visto en este estudio es la alta abundancia de conejo.
La sarna sarcóptica tiende a ser dependiente de la densidad, ya que se transmite por contacto directo e indirecto (peniques &Amp; Ueckermann, 2002). Las altas densidades, en general, pueden facilitar la aparición de enfermedades, pero poco se conoce acerca de la relación entre la densidad y las enfermedades de los lagomorfos.
Las repoblaciones son unas de las herramientas mas utilizadas, sin embargo, los animales pueden ser portadores asintomáticos de parasitos (Woodford &Amp; Rossiter, 1993) y agentes patógenos exóticos (Viggers, Lindenmayer &Amp; Spratt, 1993) que representa una exposición inesperada para la población nativa.
Incluso en las formas no virulentas de patógenos comunes llevadas por los animales soltados pueden volverse virulentas en el nuevo entorno (Woodford &Amp; Rossiter, 1993). Por lo tanto, riesgos de enfermedades están asociadas con cualquier tipo de movimiento de animales.
Los resultados de este trabajo arrojan que la presencia de sarna depende de la abundancia de los animales y en la cantidad de conejos repoblados (22,09%).
Los resultados muestran a partir de la abundancia de conejo media (30 conejos cazados km -2) y la tasa media de repoblaciones (18 conejos km -2), que la probabilidad de ser afectados aumentó en casi 5% cuando la tasa de repoblación incrementa en una unidad.
La abundancia de conejo (2001-2007) depende de la presencia de sarna y del efecto del año (23,86%), y claramente se redujo en los cotos de caza con sarna, mientras que la abundancia se mantiene en zonas sin presencia de la misma.
Los resultados indican que un control sanitario es necesario en las repoblaciones de conejos silvestres.
Además, se demuestra que las repoblaciones son una forma potencial de introducir patógenos a las poblaciones residentes, especialmente bajo condiciones de alta densidad.
Conservación Animal
Volumen 13, Número 6, páginas 586-591, de diciembre de 2010