Después de la domesticación, los progenitores silvestres, como los auroques y el caballo salvaje, se extinguieron. Sin embargo, para el conejo europeo existen poblaciones ancestrales, domésticas y salvajes. Durante la domesticación del conejo, muy pocos alelos han sido fijados para rasgos selectivos, y por lo tanto, los genotipos ancestrales se han conservado en frecuencias bajas. Esto facilita las investigaciones sobre los procesos genéticos involucrados en la domesticación así como en el dedomestication, es decir, donde las cepas domésticas son "rewilded". El conocimiento adquirido puede ser útil en la búsqueda de equivalentes genotípicos, fenotípicos y, quizás lo más importante, ecotípicos que podrían ayudar en la restauración de la fauna extinta y sus funciones ecosistémicas. Tales esfuerzos podrían proporcionar nuevas trayectorias evolutivas útiles en la restauración de la naturaleza, el manejo y la conservación.